TAREAS RUTINARIAS DE MANTENIMIENTO.

El mantenimiento rutinario es el más elemental de todos. El mismo consiste en la realización de tareas con cierta periodicidad; su finalidad es la de mantener la limpieza y el orden en los equipos, la lubricación, y, además, realizar el relevamiento del estado general y, en lo posible, específico, de las máquinas e instalaciones en servicio en una planta, así como también el cuidado y limpieza de los espacios comunes y no comunes de la misma.
Para estas tareas no es necesario personal demasiado calificado. Sus tareas se corresponden con la de control de niveles de agua, engrases, observación de presiones, ruidos y vibraciones, etc., como así también, el registro de estas actividades en las correspondientes planillas de control.
Para definir las tareas que se debe realizar contamos con las siguientes herramientas:
– Recomendaciones del fabricante: indicadas en el manual de usuario.
– Historial de fallas: estadísticas de reparaciones.
– Archivo propio de la empresa: comparación entre recomendaciones del fabricante y estadísticas propias.
Todas estas actividades se deben expresar mediante un organigrama que establece las pautas a seguir por cada uno de los componentes del sistema de mantenimiento involucrados en las tareas descriptas.
Deben detallarse las actividades de mantenimiento propiamente dichas como así también los métodos de control que deben aplicarse.

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